Existen diferentes tipos de cordones para el calzado, desde las opciones más modernas hasta las más clásicas pasando por una categoría que siempre es especial y diferente: la infantil. En los cordones para niños es donde encontramos más variedades pero vamos a ver, a grandes rasgos, cuales son los 4 tipos de cordones más habituales y que resultan perfectos para todos los tipos de zapatillas.

1. Cordones de lazo. En lugar de cordones propiamente dichos, puedes usar una lazada ancha para tus zapatillas de deportes. Esto es algo que han puesto de moda firmas como Puma. En sus modelos, las zapatillas traen unas trabillas especiales muy anchas para pasar esta cinta y que quede bien, pero puedes usarla en tus zapatillas tradicionales dejando que se enrosque y alisando tan solo la parte que queda libre para hacer una bonita lazada.
2. Cordones elásticos. Los cordones elásticos están de moda entre los niños. Son muy prácticos porque no hay necesidad de atarlos o desatarlos cada vez que se pongan las zapatillas. Al tirar de estas, salen de los pies porque el cordón estira y para ponerlas, ocurre lo mismo. Perfectos también para botines y para zapatos de cordón. Los niños podrán poner cualquier modelo de zapato atado sin tener que aprender a hacer y deshacer los nudos y sin tener que pedir ayuda ni a los padres ni a los profesores. 
3. Cordones semirígidos. Son unos cordones ligeramente más gruesos de lo normal y redondeados. En su interior tienen un fino alambre que hace que resulten semirígidos. En lugar de atarse, pueden cruzarse y con ellos pueden crearse diferentes formas. Divertidos, informales y muy apropiados para los niños, solo tienen que enroscar un cordón con otro para que el zapato quede sujeto o idear cualquier novedosa manera de que el zapato quede ajustado. Sus diseños son perfectos para las zapatillas infantiles ya que se realizan con colores fosforitos muy divertidos y que combinan con los habituales en el calzado deportivo de niños.
4. Cordones planos tradicionales. No podemos olvidar los cordones planos tradicionales, que son aptos para todo el mundo y que nunca pasan de moda. Se fabrican en todos los colores y largos para adaptarlos a botas altas, botines o zapatillas deportivas. Son muy resistentes y soportan bastante bien los roces y la intemperie aunque pueden encontrarse en distintos precios y calidades.