Una de mis prioridades con mi hijo es tratar de detectar lo que le gusta y no imponerle formas de ocio de su padre. Por ejemplo, a mí siempre me gustó el fútbol, aunque últimamente me estoy “quitando” ya, pero él no parece mostrar ningún interés. No le gusta competir, en todo caso sufre compitiendo consigo mismo: no le gusta hacer las cosas mal, pero parece que de momento le trae sin cuidado ganar o perder. 

Pero hay dos o tres cosas que sí que intento inculcarle o al menos ayudarle a aprender, aunque tampoco muestra mucho interés. Una es la piscina y otra la bicicleta. En este segundo caso no tuve mucho éxito con la primera bicicleta, que se ha quedado criando malvas. Y ahora vamos a por la segunda, para lo cual he decidido ir a una exposición de bicis, de esas que están llenas de expertos y EXPOSITORES Y BANDEROLAS publicitarias. 

No es la primera vez que viene conmigo a una feria, ya ha estado en la de turismo y parece que la disfrutó bastante. Aunque a él le da igual a dónde viajar, la feria de turismo es tan colorida y hay tanto movimiento que él estuvo muy entretenido. Y es que le gusta más la fiesta que a Fernando Alonso la velocidad. Pero con la feria de bicis se ha encontrado con menos movimiento y no ha tardado en poner cara de circunstancias. Entonces he tenido que intervenir.

La verdad es que tengo bastante inventiva y siempre suelo sacarme algún as de la manga para cuando el chico se aburre, pero en este caso me ha costado un poco. Por suerte, los comerciales estaban también atentos a las nuevas generaciones y en una de las zonas de EXPOSITORES Y BANDEROLAS publicitarias me han regalado un cómic sobre educación vial para colorear. Y si hay algo que le gusta es dibujar, así que se ha quedado con la madre con su arte, mientras yo intento buscar una bicicleta que esta vez cumpla su cometido, porque la anterior, aunque fue barata, ahí se quedó, en el trastero.

Unos amigos me preguntaron si conocía algún sitio donde hiciesen impresion sobre soportes rigidos para poder hacerse un photocall para una fiesta que van a organizar y casualmente sí que conocía un sitio donde lo podían hacer y al parecer fueron hasta allí con mi recomendación y me dijeron que salieron de allí contentisimos porque consiguieron lo que andaban buscando a muy buen precio y el trato que recibieron fue excelente. Ya me dijeron que para fiestas sucesivas ya van a contar con los servicios de esta empresa que les había aconsejado.

Hace ya unos cuantos años que no voy a ninguna fiesta que tenga un photocall, pero eso más que nada es por culpa de la pandemia que estamos sufriendo. Como nos han abierto la mano con las restricciones a la hostelería y al ocio nocturno, ahora va a haber un montón de fiestas porque la gente ya estaba harta de estar en casa recluido. Pero lo que no puede ser es que como dejan salir por las noches nos comportamos como si no hubiese pasado nada, siempre hay que estar alerta y no meterse en sitios donde ya haya demasiadas personas. Personalmente salí el fin de semana pasado y hubo sitios a donde no quise ir porque la gente estaba sin las mascarillas y demasiado arrejuntada. La mayor parte de los que no llevaban mascarilla eran veinteañeros que no son conscientes del riesgo que corren. Al final me fui a otro local en el que no puede entrar cualquiera, y allí por lo menos se aseguran de que los que entran se hayan vacunado con todas las dosis que se requieren. Y he de decir que era otro mundo completamente, dentro del local todos llevábamos las mascarillas puestas y en la zona exterior cada grupo estaba en una zona sin molestar a los demás. Así debería de ser en todos los locales, solo que no les interesa solamente atender a los que están vacunados y prefieren atender a todos los clientes que lleguen al local, personalmente a esa clase de locales no creo que vuelva hasta que la pandemia haya terminado.