Organizar un viaje de vacaciones tranquilo es sencillo si se siguen pautas básicas:
1- Organiza bien la maleta. Recuerda que a no ser que vayas a un lugar remoto, siempre hay tiendas en las que comprar lo que haga falta, por lo que no hay que llevar de todo por si acaso. Lleva la ropa justa y necesaria, la medicación que puedas necesitar y, sobre todo, prendas adecuadas para las actividades que vayas a realizar.
2- Planifica lo que vas a hacer en vacaciones. Es bueno dejar un espacio a la improvisación, pero también lo es planificar un poco las cosas para no perdernos nada importante o que nos puede resultar interesante. No recargues los días con mil actividades diferentes, selecciona las más importantes y siempre deja tiempo libre para callejear, disfrutar de una sobremesa tranquila o para descansar si es necesario. No se trata de cuánto se hace sino de la calidad de lo que se haga.
3- No te preocupes por tu coche. Acudir al aeropuerto con el vehículo propio es una comodidad, pero hay que dejarlo en un parking aena Barcelona para asegurarnos de que queda custodiado y que no vamos a tener problemas durante nuestro viaje. Nunca debemos de caer en la tentación de dejar el coche en algún descampado o carretera cercana, ya que no vamos a poder vigilarlo ni tendremos quién eche un ojo por nosotros, por lo que podríamos encontrarnos con un disgusto al llegar.
4- Ten siempre a mano los teléfonos para emergencias. Teléfonos para emergencias médicas, el de la policía, el del hotel y también el de la agencia de viajes. Con estos números podremos salir de apuros en el caso de que nos ocurra algo. No está mal tampoco tener un teléfono de taxis para poder desplazarnos en nuestro destino. Podemos conseguir los teléfonos locales en Internet o solicitarlos en el hotel. Lo más inteligente es apuntarlos en nuestro teléfono y así los tendremos a mano en el caso de que suceda cualquier imprevisto.
5- No olvides el seguro médico. Contratar un seguro médico para viajes es muy importante cuando se viaja a países en los que no se está cubierto. Algo como una apendicitis es imposible de prever y si nos ocurre en un país como los EEUU en los que cualquier intervención sanitaria es carísima, podemos encontrarnos con una factura más que importante.