¿Qué es lo mejor para la habitación de los niños? Esta pregunta nos la realizamos todos los padres cada vez que tenemos que elegir algo para ellos, sean muebles o sea cualquiera de los complementos de la habitación. Y cuando se llega a las ventanas no es una excepción, ¿cortinas o estores? Los estores suelen ganar por goleada en esta competición y los argumentos son muy claros.
Los estores tienen una ventaja que, desde el punto de vista de los padres trabajadores que pasan pocas horas en casa y no quieren que estas transcurran limpiando, es fundamental: pueden limpiarse pasando un paño y sin tener que ir a la lavadora. Y todos sabemos la frecuencia con la que se pueden llegar a manchar los textiles en las habitaciones de los niños.
Otra ventaja importante es la posibilidad de comprar estores infantiles online, lo que facilita mucho el poder realizar las compras sin tener que pasar horas y horas de comercio en comercio para conseguir los mejores precios y un modelo que guste a padres y a hijos y que encaje con la decoración del cuarto. En el ordenador todo es muy sencillo, sin salir de casa y cómodamente, se pueden ver los diferentes catálogos y realizar la compra perfecta pudiendo incluso contar con la colaboración de los niños que pueden dar su opinión sobre algo que va a estar en su cuarto.
Los estores también tienen un sistema muy fácil de usar por los niños. Claro está, nos referimos a los enrollables, que son los que se colocan en sus habitaciones. Con su cordón plástico pueden ponerlo a la altura que prefieran y pueden hacerlo solos, sin la ayuda de un adulto y sin dificultad, al contrario que las cortinas de aros que tienen que arrastrar por la barra, algo que es complicado para los pequeños. Además de todo esto, los estores pueden adaptarse a cualquier tamaño de ventana tanto en el ancho como en el largo.
Por último, los estampados de los estores suelen ser más variados e imaginativos, ya que al quedar totalmente lisos se pueden ver los diseños con mucha más precisión. Incluso es posible personalizarlos enviando una fotografía para que se cree un estor con la imagen que se desea, consiguiendo una pieza única y diferente que nadie más va a tener en su cuarto.