Estas son las tres formas de colgar cortinas en barra más habituales, aunque no son las únicas:
-Con barra escondida. Es un sistema tradicional para colgar las cortinas. Estas cuentan con una cinta de cortina para barra escondida que permite que la barra vaya por el interior de la cortina, quedando totalmente escondida.
La principal ventaja de este sistema es que la barra no se ve y la cortina queda perfectamente unida a la misma. Es un sistema perfecto cuando no se van a abrir ni cerrar estas cortinas, como por ejemplo las que se colocan en las puertas de terrazas y lavaderos.
En su contra, abrir o cerrar este tipo de cortinas es complicado y el acabado no es precisamente el más atractivo.
-Con ojales. Es la forma de colgar cortinas en una barra más popular. Las cortinas cuentan con unos ojales con embellecedores de madera, latón o de plástico que pueden tener diferentes acabados. Tirando directamente de la cortina o usando una varilla, se puede mover la cortina para abrirla y cerrarla.
Tiene la ventaja de que es muy fácil quitar y poner las cortinas para lavarlas y que confeccionar estas cortinas es muy sencillo gracias a las cintas y embellecedores que ya venden para que queden absolutamente perfectas.
En su contra, este tipo de cortinas dejan la barra a la vista, algo que no gusta a todo el mundo. Además, suelen situarse ligeramente más bajas que el techo, por lo que suele quedar un espacio entre el techo y la cortina en el que no hay nada. Esto puede solucionarse con un volante que cubra esta zona.
-Con barra riel. Es la forma clásica de colgar las cortinas, con una barra de riel que se desplaza con un sistema de cordones. La cortina se cuelga mediante ganchos plásticos o metálicos y se desplaza para abrir o cerrar tirando de las cuerdas, en muchos casos decorativas.
Tiene la ventaja de que las cortinas pueden quedar totalmente pegadas al techo y que no se ve el riel, por lo que resulta muy elegante. Además, las cortinas tienen en todo momento el frunce perfectamente distribuido, lo que las hace más vistosas.
En su contra, es un sistema caro, complicado de instalar, que requiere más conocimientos de costura para elaborar las cortinas y que es más costoso de poner y de quitar ya que hay que sacar todos los ganchos cada vez que se deben de lavar las cortinas.