Los ordenadores industriales se han convertido en una importante baza para la modernización de la industria. Gracias a ellos, muchos trabajos mecánicos se realizan ahora de una forma más rápida y organizada. Y, algo también importante, contribuyen a reducir muchos errores debidos al factor humano. La reducción de errores va a tener como consecuencia una mayor rentabilidad, no solo porque se evitan las pérdidas de material asociadas a estos fallos, sino también las pérdidas de tiempo que pueden ser todavía más importantes.
Por ejemplo, es mucho más fácil llevar la cuenta de cuántos productos pasan por una cinta durante un minuto si la cuenta se realiza con un lector de etiquetas y un ordenador que si tiene que hacerlo un operario de manera manual. Se eliminan así trabajos que son muy poco gratificantes para la persona y que llevan muy fácilmente al despiste. Los operarios podrán ocuparse de trabajos más adaptados a su cualificación y que les resulten más estimulantes dejando estas tareas para las máquinas.
Además, en el caso de que no todos los productos pasen por el siguiente control, se detectará de manera automática y saltará una alarma. El operario sabrá el lugar exacto en el que se ha producido el problema, ya que será entre los dos controles, el pasado correctamente y el que ha dado error, y podrá acudir a ver qué es lo que ha sucedido. Mucho más rápido y sencillo que volver a contar para comprobar que no se ha hecho mal y repasar paso a paso todo el proceso hacia atrás ya que no se tendrá la certeza del punto donde se ha producido el error.
Las lecturas de las etiquetas y códigos mediante ordenadores permiten también que cada producto que entre en almacén sea contabilizado y se sepa exactamente en qué lugar está. En el momento en el que sale de la fábrica, estará pasando un nuevo control registrándose el momento en el que ha salido, cómo lo ha hecho y hacia dónde. Esto es muy importante para evitar el extravío de mercancías, tanto por despistes y pérdidas como por robos.
En las cadenas de producción, además de los puntos de control puede haber otro tipo de pantallas táctiles de ordenadores en las que se pueden realizar tareas de otros tipos, dependiendo de la actividad de la empresa. Estas pantallas son especialmente resistentes y pueden ser diseñadas para operar con ellas en lugares con humedad, en los que se producen salpicaduras o incluso en espacios con mucho frío, como cadenas de productos congelados.