Hace tiempo que ando detrás de una silla baja terraza para poder llevarla a la playa y al mismo tiempo poder usarla en la terraza de mi casa, pero por desgracia todavía no he podido encontrar una que me guste y que tenga las cualidades que ando buscando. Mis amigos tienen unas sillas para llevar a la playa pero me parece que son demasiado débiles para poder aguantar mi peso y además no tienen la anchura correcta. Aunque también hay que decir estoy un poco gordo y no me valen todas las sillas que podemos encontrar en las ofertas de los productos de la playa en alguna plataforma comercial. Al final no me va a quedar otro remedio que tener que esperar hasta que aparezca una silla que me guste y que pueda con mi peso. Por el momento tendré que seguir sentándome en la toalla como toda la vida, por fortuna cada año me gusta un poco menos ir a la playa con todas las normas nuevas que está poniendo y con las que no estoy conforme para nada. Porque considero que esas normas están hechas para el beneficio de unos pocos y no de la mayoría. No es normal que en las playas públicas no se pueda jugar con un balón o con las palas, porque si vas a prohibir cosas seguro que habría otras muchas cosas que nos molestan a los jóvenes en la playa y que como no tenemos voto nos ignoran.
Para ir a la playa casi hay que sacarse un curso como el que han impuesto a los ciudadanos que quieran tener un perro. Considero que se están riendo de todos nosotros y espero que esa gente que está en el gobierno desaparezca lo más rápido posible para que no sigan metiéndonos más leyes como mínimo cuestionables. Y aún por encima, las leyes que hacen les salen mal, lo mejor es que dejen de hacer leyes absurdas y se vayan por donde han venido. Por suerte tenemos elecciones dentro de unos cuantos meses y a ver si tenemos suerte y echan a los que están ahora mismo del gobierno.