1. Con una sencilla cortina. Una cortina sencilla puede ser suficiente para cubrir la ventana de tu cocina. Escoge una con cinta de cortina para barra escondida y te resultará muy sencilla de colocar. Dado que se trata de cortinas que en general no tienen un gran tamaño ni peso, este sistema es perfecto por su sencillez y eficacia, además de que la barra queda totalmente oculta y hace que se vea mucho más decorativa la pieza de tela. Existen muchos modelos de cortina específicos para cocina pero también puedes confeccionar la tuya propia con la tela que más te guste para darle el toque personal a este espacio de tu casa.
2. Con un estor. Los estores son una buena opción para la cocina, especialmente los enrollables. Este tipo de estores pueden limpiarse fácilmente sin tener que desmontarse porque están fabricados con telas lavables. Escoge uno que puedas limpiar con todo tipo de productos sin que se desgaste el color y disfrutarás de un estor que te protegerá del sol y que además le dará un toque decorativo a tu cocina. Puedes optar por los estores screen si quieres proteger los muebles de madera de tu cocina de los efectos más negativos del sol pero sin renunciar a la belleza que su luz aporta a la estancia.
3. Con persiana veneciana. La persiana veneciana puede ser una excelente opción para la cocina si buscas algo que sea muy práctico pero que no tenga tela para no tener que lavar y no eres muy fan de los estores. Las persianas tienen una ventaja añadida que es que pueden regularse, dejando entrar más o menos luz pero sin abrirse de todo, por lo que se mantiene la privacidad. Según coloques las lamas notarás más o menos el sol pero no tendrás la cocina a oscuras. Además, puedes subir la persiana por completo si quieres tener la vista totalmente despejada.
4. Con un vinilo decorativo. Si en tu cocina no hay vistas de las que disfrutar y solo quieres que entre la luz del sol, puedes optar por un vinilo decorativo que va adherido al cristal con agua. Es una fantástica opción para dar privacidad a la cocina, tenerla decorada con algo bonito y a la vez que siga resultando igual de luminosa que siempre. Por si estas ventajas fueran pocas, los vinilos son muy baratos.

-Subir un dobladillo. Es uno de los primeros trabajos para cualquier principiante de la costura. Es un trabajo muy simple pero que va a servir tanto para recoger el bajo de los pantalones o faldas como para recogerlo cuando sea necesario.

Gracias a esto será muy fácil hacer que la ropa de los niños se ajuste a ellos según crecen en altura, haciendo que les sirva unos meses más. También es un trabajo perfecto para reparar un pantalón o una falda que se han descosido en la parte de abajo o para adaptarlos a la medida de moda.

Para subir y bajar dobladillos se tendrán que aprender los puntos más habituales de costura, se aprenderá a marcar la tela y el manejo de la máquina, descubriendo así todo lo básico para empezar a coser.

-Hacer unas cortinas. Es un trabajo que puede parecer realmente difícil, pero si has aprendido a subir un dobladillo, es exactamente lo mismo. Tienes que tomar bien las medidas de la cortina en función de si quieres que haga ondas o quede lisa. A continuación, compras la tela, la cortas dejándole un cierto margen y haces el dobladillo por los cuatro lados.

A mayores, solo tienes que aprender como poner cinta de cortina, lo cual es muy sencillo ya que viene lista para colocar y coser. Solo tienes que ponerla sobre la tela de la costura a la altura adecuada según el tipo de cortina, hilvanar y coser.

-Una falda de goma. Crear una falda de goma en la cintura es uno de los trabajos de iniciación que más suelen gustar porque se crea, por primera vez, algo que se va a llevar puesto. Y, realmente, no tiene complicación. El patrón para una falda recta de goma en la cintura es muy simple, solo se necesitan dos piezas de tela cortadas en el tamaño adecuado. No se cortan rectas, sino dándoles forma para que se adapten a las caderas y a la cintura, pero esto ya lo tiene en cuenta el patrón, que solo tendremos que escoger en la talla adecuada.

Cosida la tela se coge el dobladillo por la parte inferior y se crea la cinturilla por la parte superior. Al contrario que las faldas que llevan una cinturilla con cremallera y botón, esta no tiene que ajustarse, sino que quedará floja ya que debe de poder ponerse perfectamente al estirarse. La goma se encargará de fruncir la falda ajustándola a la cintura.

Estas son las tres formas de colgar cortinas en barra más habituales, aunque no son las únicas:

-Con barra escondida. Es un sistema tradicional para colgar las cortinas. Estas cuentan con una cinta de cortina para barra escondida que permite que la barra vaya por el interior de la cortina, quedando totalmente escondida. 

La principal ventaja de este sistema es que la barra no se ve y la cortina queda perfectamente unida a la misma. Es un sistema perfecto cuando no se van a abrir ni cerrar estas cortinas, como por ejemplo las que se colocan en las puertas de terrazas y lavaderos.

En su contra, abrir o cerrar este tipo de cortinas es complicado y el acabado no es precisamente el más atractivo.

-Con ojales. Es la forma de colgar cortinas en una barra más popular. Las cortinas cuentan con unos ojales con embellecedores de madera, latón o de plástico que pueden tener diferentes acabados. Tirando directamente de la cortina o usando una varilla, se puede mover la cortina para abrirla y cerrarla.

Tiene la ventaja de que es muy fácil quitar y poner las cortinas para lavarlas y que confeccionar estas cortinas es muy sencillo gracias a las cintas y embellecedores que ya venden para que queden absolutamente perfectas.

En su contra, este tipo de cortinas dejan la barra a la vista, algo que no gusta a todo el mundo. Además, suelen situarse ligeramente más bajas que el techo, por lo que suele quedar un espacio entre el techo y la cortina en el que no hay nada. Esto puede solucionarse con un volante que cubra esta zona.

-Con barra riel. Es la forma clásica de colgar las cortinas, con una barra de riel que se desplaza con un sistema de cordones. La cortina se cuelga mediante ganchos plásticos o metálicos y se desplaza para abrir o cerrar tirando de las cuerdas, en muchos casos decorativas. 

Tiene la ventaja de que las cortinas pueden quedar totalmente pegadas al techo y que no se ve el riel, por lo que resulta muy elegante. Además, las cortinas tienen en todo momento el frunce perfectamente distribuido, lo que las hace más vistosas. 

En su contra, es un sistema caro, complicado de instalar, que requiere más conocimientos de costura para elaborar las cortinas y que es más costoso de poner y de quitar ya que hay que sacar todos los ganchos cada vez que se deben de lavar las cortinas.