Nunca he sido un buen maestro de ceremonias, todo el mundo que me conoce lo sabe. No me gusta organizar cosas y menos organizar fiestas. Pero por alguna razón que no alcanzo a recordar yo fui el elegido para coordinar la megafiesta que le íbamos a hacer a nuestra amiga Pepa que volvía a Madrid después de varios años en África.
Pepa es un todo un personaje y todos la queremos mucho. Cuando nos dijo que se iba a Zambia a trabajar en una ONG nos pareció lo más normal del mundo conociéndola. Pero nunca pensamos que iba a ser para tantos años. En su estancia en África vivió todo tipo de peripecias incluyendo una grave enfermedad, pero nunca abandonó sus obligaciones. Así que cuando nos avisó que volvía no dudamos en organizar una fiesta sorpresa que, para más inri, coincidiría con su cumpleaños.
Sería, además, una oportunidad para reunirnos todos. Mi amigo Borja ponía la casa y yo lo demás. Junto a algún colaborador me puse el traje decorador: lo primero fue comprar bombillas decorativas LED rgb online para decorar el glamuroso loft de Borja. Todavía se parecía más a un piso de Manhattan, con sus paredes de ladrillo y todo, aunque esté situado en el centro del Madrid más cañí.
También me encargué del catering e incluso deseleccionar la música que sonaría en toda la velada, creando con mimo varias playlists dependiendo del momento del día. Por un momento, me sentí un organizador de eventos de éxito hasta que recibimos una llamada de Pepa que ya estaba en casa de Borja, donde la habíamos citado dos horas antes de la previsto. La sorpresa se fue al garete, pero Pepa, que es una mujer muy comprensiva hizo como si nada. Esperó pacientemente a que todos fuéramos llegando, salió de la casa y volvió a entrar.
Cuando, por fin, todo el mundo estaba en su sitio el sistema eléctrico falló. Yo, que había ido a comprar bombillas decorativas LED rgb online, tuve que ponerme el mono de electricista y, finalmente, todo funcionó. No hubo sorpresa, pero sí mucha fiesta.