Alimentos congelados, una solución al problema de la estacionalidad en hostelería

El desperdicio alimentario es un mal endémico en el sector Horeca, donde se estima que alrededor del 14% de la comida se tira a la basura, de acuerdo con la administración alimentaria española. La mejora de la preservación de los productos de consumo es parte de la solución al problema, y más específicamente, el fomento de las gulas, el salmón, el bacalao, el rodaballo o el buey de mar congelado para hosteleria, que ha demostrado combatir eficazmente una de las causas de la pérdida de alimentos durante su entrega al consumidor final: la estacionalidad.

 

Inmediatamente después de su cultivo, pesca o caza, los alimentos frescos tienen fecha de caducidad, y esta varía dependiendo del producto en cuestión: 72 horas para el marisco, 5 a 7 días para la leche, un mes y medio para la mantequilla, etcétera. Incluso en cámaras frigoríficas, esta cuenta atrás no permite aprovecharlos todo el producto disponible. (Bien es cierto que numerosos alimentos de consumo diario son imperecederos: el café, la sal o el azúcar, y su congelación carece de sentido).

 

La congelación y ultracongelación de alimentos es un ‘arma’ efectiva contra su estacionalidad. Mientras que los pescados, carnes y verduras en estado fresco son perecederos y están sometidos a una cuenta atrás, los congelados permanecen disponibles los 365 días del año.

 

Por su durabilidad, los productos congelados son beneficiosos para el sector de la restauración y la hostelería. Así, los gerentes de bares, hoteles y restaurantes pueden ofrecer una carta de sabores variada y completa durante los doce meses del calendario, sin recurrir a negativas como «se nos ha agotado» o «está fuera de temporada» que ahuyentan a una clientela acostumbrada ya a consumidor casi cualquier producto en cualquier época del año.

 

Con los alimentos congelados se resisten, además, esos picos en la demanda que pueden vaciar la despensa en cuestión de días. Por otra parte, la posibilidad de acumular existencias a buen precio y utilizarlas a lo largo del año afecta positivamente a la economía del establecimiento.