Hacer leche de almendras en casa y además requiere de tan solo dos utensilios: una buena batidora o procesadora de alimentos y una bolsa para leches vegetales que se puede conseguir en tiendas de productos naturales, herbolarios o en tiendas online. Para quien echa de menos la untuosidad de la leche entera, esta receta incorpora una pequeña cantidad de anacardos. Un truco que aprendí del blog Primal Palate y que cambia por completo la textura de esta leche vegetal, haciéndola mucho más sabrosa.
- Comienza por mezclar las almendras con los anacardos: yo uso un vaso de los normales de la cocina para hacer todas las medidas, así que pongo un vaso y medio de almendras al natural sin sal más medio vaso de anacardos al natural. En total son dos vasos de nueces.
- Cubre esta mezcla de almendras y anacardos con cerca de un litro de agua fría y deja reposar durante 24 horas en un lugar fresco o dentro de la nevera.
- Pasado este tiempo ya estamos listos para preparar la leche vegetal. Para eso empieza por tirar el agua de remojo, esa no la queremos.
- Echa las almendras y los anacardos remojados en el vaso de la batidora.
- Añade cuatro vasos de agua fresca, un poco de extracto de vainilla, una pizca de sal y una cucharada sopera del endulzante que prefieras (azúcar de coco, xilitol…)
- Tritura todo hasta tener una crema fina. Dependiendo de la potencia de tu batidora te llevará más o menos tiempo, yo las trituro durante unos cuatro o cinco minutos
- Coloca la bolsa para leche vegetal abierta sobre una jarra. Vuelca la mezcla de almendras trituradas dentro de la bolsa.
- Cierra la bolsa y aprieta para sacar la leche. Escurre bien para conseguir la mayor cantidad posible de líquido, dejando en la bolsa solo la pulpa de las almendras y los anacardos.
- Ve añadiendo un poco más de agua fresca hasta que la leche tenga la consistencia que tú quieres. Esto pueden ser un par de vasos más de agua.
Ya tienes tu leche de almendras lista. Puedes guardarla en la nevera hasta 3 o 4 días sin problemas. Ya verás que buena.