Tres trucos para mejorar el batido de vainilla perfecto

Los batidos de vainilla encantan a mayores y a pequeños. Tienen un sabor dulce muy agradable y, a la vez, son muy suaves. El gusto de la vainilla es lo suficientemente neutro para captar a un gran espectro de público y por eso tienen tanto éxito. Pero hasta el mejor batido de vainilla puede ser mejorado si se aplican unos trucos que harán que sean absolutamente perfectos. Se parte siempre de un batido de los que se pueden comprar, de una marca de confianza y con un sabor que nos encante.

Truco 1: la nata. Es un truco que jamás va a fallar. La nata es el complemento perfecto para cualquier batidos y es muy sencillo añadirla. Solo tienes que comprar nata en spray de buena calidad y servir el batido dejando un pequeño espacio al final del vaso. Usa el espray para añadir la nata con gracia para que quede absolutamente bonito. Puedes añadir unas pepitas de chocolate para hacerlo todavía más atractivo, tanto desde el punto de vista visual como por el sabor.

Los batidos con nata son todo un clásico y, aunque son bastante calóricos, son un capricho perfecto para darnos en un día especial o en una tarde en la que queramos mimarnos un poco. En cuanto a los niños, seguramente esto no sea un problema porque quemen ese exceso jugando.

Truco 2: la canela. Es un truco más para los adultos que para los niños. La canela es una especia deliciosa que cuenta con muchos fans. Una pizca de canela ayudará a darle al batido de vainilla un sabor que nos va a recordar a las natillas, ya que estas tienen una base de vainilla y, además, se aderezan con canela.

La canela es el complemento perfecto cuando tomamos nuestro batido de vainilla caliente. Podemos acompañarlo, precisamente, con galletas de canela para darnos un capricho mucho más especial.

Truco 3: plátano. Si eres de esas personas que en verano te gusta tomar tu batido con hielo, muy frío, pero odias que se agüe, la respuesta está en el plátano. Solo tienes que congelar el plátano en trozos, dejar que el batido se enfríe en la nevera y, finalmente, batir juntos la bebida y el plátano congelado. Tu batido tendrá más cuerpo, no se aguará, tendrá un sabor muy especial y además será más contundente, siendo perfecto para una merienda completa.