Son muchos los tipos de cajas que pueden encontrarse en el sector del packaging: automontables, de formato americano, take away, etcétera. Los Maletines de carton se han convertido en una solución cada vez más deseada para el consumidor gracias a los múltiples beneficios de su diseño.

 

Buen ejemplo de ello es la comodidad de los maletines de cartón, fáciles de transportar desde la tienda física hasta el propio domicilio gracias a la presencia de un asa superior. Esta cualidad hace dispensable el uso de bolsa de plástico, de forma que el cliente se desplazará con el packaging de la marca a la vista de todos.

 

Del punto anterior se deduce que estos maletines pueden actuar como un microespacio de publicidad, capaz de difundir el logotipo, los colores y demás elementos de la identidad corporativa. Por así decirlo, estas cajas son una forma de publicidad en movimiento.

 

Estéticamente, el maletín de cartón presenta un diseño más vistoso y atractivo a la vista. Son populares las cajas inspiradas en maletas de viaje, con estampas y adhesivos de todos los países, a imagen y semejanza del equipaje turístico; pero lo cierto es que las posibilidades de diseño de los maletines de cartón son ilimitadas.

 

Más allá de sus opciones de personalización, un maletín de cartón no carece de las cualidades que serían indispensables en cualquier otro material de packaging. La resistencia, por ejemplo, está presente en este singular formato de caja de cartón, capaz de resistir golpes, rozaduras y manipulaciones poco delicadas.

 

Además, y dependiendo del tamaño elegido, los maletines de cartón ofrecen una capacidad óptima para almacenar toda clase de bienes, sin problemas de espacio. En este sentido, el ‘secreto’ de su éxito reside en la forma rectangular de su diseño, que fácilmente puede ampliarse con el uso de un fondo más profundo para dar cabida a un mayor número de productos.