El ano es la última zona del intestino grueso. Está compuesto por parte del intestino, por piel y también por dos músculos que forman el esfínter anal, que se abre y se cierra para dejar evacuar las heces. Cuando aparece un tumor en el ano es frecuente que el paciente note los efectos del mismo incluso cuando no ha percibido todavía que exista un bulto.
El sangrado en las heces es una de las cosas que con más frecuencia lleva a los pacientes a la consulta del médico ya que la sangre asusta bastante. Suelen notarla al limpiarse tras ir al baño y acuden a su médico el cual le enviará al especialista para que le examine. No siempre la sangre en las heces es motivada por el cáncer, son muchas las causas que pueden hacer que aparezca. Desde una hemorroide o una fisura hasta una herida ocasional.
Por eso, no hay que asustarse cuando aparece, pero sí acudir a que el médico realice una exploración. Muchos pacientes no quieren realizarse exploraciones por vergüenza, pero los doctores son profesionales y están acostumbrados a llevarlas a cabo, por lo que hay que dejar el pudor a un lado. El diagnóstico precoz del cáncer de ano es fundamental para poder eliminarlo de manera definitiva y con el menor número de problemas.
La primera de las pruebas suele ser una exploración del médico que le permitirá ver si hay hemorroides, fisuras o si hay alguna masa en el ano que no debería de estar ahí. Es una prueba sencilla, rápida y no causa gran dolor ya que se utilizan guantes debidamente lubricados.
El riesgo de contraer cáncer de ano se asocia en muchos casos al virus del papiloma humano, el cual se contagia mediante relaciones sexuales. Por eso, aquellas personas que mantienen sexo anal receptivo sin protección pueden acabar contrayendo este virus y desarrollando este tipo de cáncer. Pero no tener sexo anal no es garantía de que no se pueda sufrir este cáncer ya que el virus del papiloma humano no es el único factor que lo causa.
El cáncer puede aparecer en cualquier parte del cuerpo y por eso debemos de realizarnos controles periódicos. Si se notan cambios a la hora de ir al baño, se sienten molestias constantes o se observa sangre hay que acudir al médico para que encuentre cuál es la causa del problema y pueda ofrecer un tratamiento adecuado.